Te ayudamos a producir biogás y biofertilizantes a partir de los residuos de tu granja



El biogás como alternativa energética

Para una población en expansión que vive en un solo planeta, es imprescindible mejorar la eficiencia en el uso de los recursos. El efecto combinado del crecimiento de la población y las tendencias de consumo significa que se requieren más recursos, es decir, energía , tierra, agua y nutrientes, cada día. La calidad finita y la escasez percibida a corto plazo de las reservas fósiles, agravada por la tensión geopolítica existente, ha provocado inestabilidad energética y altos precios en los últimos años. En este contexto, la biomasa ha sido redescubierta por su potencial de producción de biocombustibles y químicos como alternativa a los combustibles fósiles. Una de las trasformaciones de la biomasa a energía o combustible es la fermentación de esta en un proceso anaerobio para la producción de biogás.

¿Qué es un biodigestor?

Un biodigestor es un recipiente o tanque (cerrado herméticamente) que se carga con residuos orgánicos. En su interior se produce la descomposición de la materia orgánica para generar biogás, un combustible con el cual se puede cocinar, calentar agua y producir energía eléctrica, mediante un generador a gas. El residuo de este proceso, formado por efluente y lodo, se utiliza como biofertilizante.

Datos a considerar para dimensionar un biodigestor

Toda materia orgánica de origen animal o vegetal sirve como alimento o sustrato para la biodigestión. Se deberá evitar la alimentación de residuos que no sean orgánicos, y aquellos orgánicos que se encuentren contaminados o que puedan obstruir el digestor. El estiércol de vaca debido a que procede de un animal poligástrico contiene un consorcio de bacterias generadoras de biogás; por tanto si se utiliza algún sustrato diferente a este, se suele usar estiércol de vaca como inoculo o arrancador del biodigestor. 

Se tiene que tener en cuenta la cantidad de sustrato aprovechable  para la digestión anaerobia, evitando que este contaminado o mezclado con algún otro material que dificulte su degradación.

La temperatura es uno de los factores fundamentales en la digestión,  porque influye en la velocidad de crecimiento de los microorganismos de forma exponencial (tal como suele ocurrir en todas las reacciones biológicas), lo que acelera la velocidad de reacción de los procesos biológicos.